domingo, 23 de febrero de 2020

LIBERALISMO Y SOCIALISMO EN MILL

Resulta difícil encontrar un filósofo tan prolífico y rico en matices como John Stuart  Mill, por lo menos en el ámbito de la ética y la filosofía política del s.  XIX. A Inglaterra de aquella época mantenía muchos vicios políticos heredados de la estructura aristocrática edificada durante el siglo anterior: letargo institucional, corrupción, fuertes desigualdades sociales, y un clientelismo político que  maniataba el Parlamento. Y en ese contexto emergió la figura de  Mill como  paladín del reformismo político, como un hombre con una flexibilidad acentuada hacia el  revisionismo de sus principios filosóficos al tiempo que  permeable con las nuevas propuestas de la época. Alejado de cualquier radicalismo o dogmatismo,  Mill puede ser considerado como un reformista  decimonónico que mantuvo su optimismo en el progreso y que evolucionó (sobre todo nos sus principios políticos) desde un liberalismo cerrado y homogéneo (influencia de su padre y de  Bentham) hacia posturas políticas más  eclécticas.