sábado, 16 de octubre de 2021

SOBRE LA OBLIGATORIEDAD DE LA VACUNACIÓN CONTRA LA COVID-19

 

El debate sobre la obligatoriedad de la vacunación contra el coronavirus sigue latente y se mantiene todavía con más fuerza en los últimos meses a nivel nacional e internacional. El debate se centra, sobre todo, en si esta decisión vulneraría la libertad individual y si se trataría de una decisión paternalista, aunque la discusión tiene varias aristas: por un lado, el posible encaje legal, por otro, si es ético exigir la vacunación a toda la población (no susceptible de claros efectos colaterales que la desaconsejen) y, finalmente, si es conveniente desde el punto de vista social una decisión de tal calibre.

        Una de las objeciones a la obligatoriedad de la vacunación es la defensa de la libertad individual. Dado que en el ámbito sanitario el ciudadano es libre para tomar decisiones estrictamente personales e íntimas, la exigencia de la vacunación crearía una suerte de “mártires de la libertad” e, incluso a sabiendas de que la no vacunación de una persona podría poner en peligro “su” salud y “su” vida, cualquier exigencia externa sería una forma de injerencia paternalista.

        Sin duda, este argumento sería cuestionable ya que semejante intelección de la libertad (esa libertad “cervecera” a la que aluden determinados líderes políticos) omite que el epicentro de la libertad es