Sócrates erró. El conocimiento del bien no mejora a las personas. El filósofo griego consideraba que era imprescindible conocer el bien para poder realizarlo por lo que quien realizaba el mal, realmente era debido al desconocimiento del bien. Este “intelectualismo moral” o identidad entre conocimiento y virtud moral suponía una buena dosis de optimismo antropológico a la par que un racionalismo moral excesivo. Ciertamente, conocer el bien no implica practicarlo. Y la afirmación socrática ha sido fuertemente refutada a lo largo de la historia de la Filosofía, por supuesto.

SOFÓS Y TÉLOS (Filosofía en acción).La Filosofía es útil y su utilidad se fundamenta en su aplicabilidad. Éste es el objetivo fundamental del presente blog: Hacer de la Filosofía una disciplina eminentemente práctica, útil y emancipadora. Por otra parte, también se incluye material educativo relacionado con la Filosofía, noticias y comentarios sobre libros relacionados con dicha disciplina. También se incluyen artículos publicados en prensa.
domingo, 31 de enero de 2021
jueves, 12 de noviembre de 2020
LA BANALIZACIÓN DE LA ÉTICA
Resulta tradicional, y en cierta medida monótono, insistir en que la búsqueda y la construcción de consensos en política son, de alguna manera, virtudes éticas, sobre todo cuando los desacuerdos pueden llegar a rozar la inconmensurabilidad. A lo largo de la historia de la filosofía política nos encontramos abundantes ejemplos de filósofos hicieron en esa necesidad, por lo que sería imposible citarlos a todos. No obstante, cuando la política parece deslizarse peligrosamente por el sendero de la posverdad y las tropelías políticas que se cometen llegan al extremo de pervertir cualquier concepto filosófico (y decente) de la verdad situando incluso a la simple mentira como una anécdota mínima en comparación con la falsedad máxima, ya empieza a resultar una ingenuidad esperar de la clase política (entendida como un todo) unos cánones mínimos de decencia. En este sentido debemos recordar que