viernes, 27 de diciembre de 2013

JUSTICIA Y DERECHOS HUMANOS


En la clausura del Foro Mundial Social celebrado en Porto Alegre en el 2002, José Saramago leyó un breve relato sobre un campesino florentino del siglo XVI que había sufrido un atropello por parte de un rico señor del lugar quien, sin escrúpulo alguno, le había expoliado su pobre parcela mediante el procedimiento –nada desconocido en Galicia, por cierto- consistente en ir poco a poco cambiando de sitio los mojones de las lindes de sus tierras, metiéndolos en la pequeña parcela del campesino con el fin de reducir al máximo su extensión. Ante semejante situación el campesino protestó, reclamó, imploró compasión y se quejó amargamente ante las autoridades del lugar sin obtener resultado alguno. La expoliación de su tierra continuó. Desesperado e indignado ante semejante atropello, el campesino decidió anunciar la muerte de la justicia haciendo sonar a difunto las campanas de la iglesia tal vez, decía Saramago, con la finalidad de que su gesto de exaltada indignación lograría conmover y hacer despertar al mundo adormecido acerca del peligro que suponía la muerte de la justicia. Pero el sonido melancólico de aquella campana de bronce no consiguió introducirse en los gélidos corazones del rico señor del lugar, de las autoridades judiciales ni en los pétreos corazones de los lugareños.
        El relato del campesino florentino fue utilizado por el escritor portugués con el fin de llevar a cabo una descripción descarnada de la situación del mundo, ofreciendo su visión personal sobre el papel de los derechos humanos, la participación ciudadana en los sistemas democráticos, y para denunciar el estado de injusticia global e indefensión en el que se encontraba el ser humano en sociedades democráticas claramente decadentes y dominadas por el poder económico y financiero mundial.
        El 10 de diciembre acaba de celebrarse el Día Internacional de los Derechos Humanos. Adoptada y firmada en 1948, la Declaración Universal de los Derechos Humanos tenía como objetivo el reconocimiento y la expansión de la protección de una amplia gama de derechos y libertades humanas básicas que todos los Estados debían reconocer y recoger explícitamente en sus respectivas Constituciones. Se trataba, pues, de un “ideal común” de todos los pueblos y todas las naciones.
No obstante parece una obviedad decir que ni la citada Declaración ni su “traducción normativa” a través de la Constitución Española pueden considerarse vigentes. El gobierno español ha sido amonestado en los últimos tiempos por el Comité de Derechos Humanos, por el Comité de Tortura y por el Comité contra la Desaparición Forzada al considerar prescritos los crímenes cometidos durante el franquismo y al negar cualquier posibilidad de investigación sobre las violaciones de los derechos humanos llevadas a cabo durante la transición política. También ha sido advertido por los custodios de los derechos humanos (léase aquí Amnistía Internacional) al adoptar medidas económicas alejadas de los principios éticos y de las necesidades más primarias de las personas más desprotegidas.
El ideal de una sociedad libre y democrática en la que todas las personas vivan unidas, en armonía y disfrutando de las mismas oportunidades, derechos y libertades, parece desvanecerse a medida que transcurre el tiempo. Y aquellos derechos considerados siempre como el “coto vedado” (Garzón Valdés) o el “territorio inviolable” (Norberto Bobbio), es decir, aquellos derechos absolutamente inviolables e inalienables, están siendo, hoy en día, mancillados y ultrajados de un modo absolutamente pavoroso, muchas veces en beneficio de intereses de determinadas élites económicas y financieras.

“No hay derecho”, decía el campesino florentino. “La justicia ha muerto”, argumentaba cuando los vecinos de la aldea le preguntaban la razón por la que hacía sonar la campana a muerto. Cuatro siglos después, el melancólico y amargo episodio del campesino florentino debiera servir para replantear la esencia de la democracia moderna y sus defectos, la necesidad imperiosa de considerar los derechos humanos como el mayor avance que la humanidad ha llevado a cabo a lo largo de su historia y, por fin, llevar a cabo un serio debate sobre las actuales estrategias de dominio sobre la ciudadanía que, poco a poco, se están institucionalizando.

Artículo publicado en "El Progreso" el 14 de diciembre de 2013. (Traducido al castellano por el propio autor)

miércoles, 4 de diciembre de 2013

O DEBATE ACTUAL SOBRE A EUTANASIA




O debate sobre a eutanasia voluntaria e a axuda activa ao suicidio sitúase entre dous principios éticos referenciais: o paternalismo e a autonomía. O paternalismo baséase na idea de que un determinado incremento da liberdade pode xerar comportamentos sociais que excedan o bo uso desta e sostén que é correcto vulnerar a autonomía dunha persoa no seu beneficio. Así, a esencia do paternalismo consiste en desprazar a autonomía apoiándose en principios de beneficencia ("eu sei mellor ca vostede o que lle convén") de modo que, en ocasións, pretende preservar a saúde física dos individuos desoíndo as súas decisións mesmo cando son claramente autónomas. Con outras palabras: o paternalismo leva implícita a limitación da liberdade doutra persoa en razón do seu propio benestar, sendo o paternalismo médico un exemplo do control que se exerce sobre a vida dos enfermos, presumiblemente no seu interese, e asumindo como premisa implícita a “autoridade epistémica” do médico, quen, en tanto que autoridade científica "sabe mellor que ninguén que é o mellor para o paciente". O paternalismo non parece correctamente aplicable na eutanasia voluntaria, isto é, cando o enfermo reclama a morte, xa que se o paternalismo permite desprazar a autonomía dunha persoa cando o resultado é beneficioso para ela, non se observa que beneficio podería alcanzar un paciente clinicamente desafiuzado ao manterse con vida cando asegura que a morte é unha liberación para el.
Actualmente asúmese que a autonomía individual do paciente debe ser tida en conta na toma de decisións acerca dos tratamentos médicos en situacións de enfermidade terminal. Por iso o "consentimento informado" e as "vontades anticipadas" xurdiron nestes tempos como un serio correctivo ao paternalismo médico e a autoridade epistémica do médico. O principio de autonomía recoñece no ser humano a capacidade de decidir sobre a súa vida, de levar a cabo o seu proxecto de vida sempre que non dane a terceiras persoas ou á sociedade no seu conxunto. O dano a un mesmo, como sinalaba o filósofo J. Stuart Mill, non debera ser motivo para coartar a liberdade dunha persoa nin para restrinxir o seu proxecto vital.
       O principio de autonomía é o mellor situado no debate sobre a eutanasia voluntaria xa que, se entendemos por autonomía a capacidade de elixir entre distintos plans de vida que non danen a terceiras persoas, unha sociedade liberal debera garantir que os seus cidadáns adopten decisións sobre o seu futuro e que estas poidan ser levadas á práctica dun modo efectivo. Certo é que convén propoñer proxectos alternativos de vida e paliar o sufrimento dun enfermo que se encontre nunha situación médica difícil, persuadíndoo de que, probablemente, a morte non sexa unha solución acertada. Non obstante, cando este modo de proceder fracasa, parece inxustificable non só que non se respecte a capacidade de elixir e decidir sobre a súa morte senón tamén que o Estado e as súas institucións non ofrezan unha protección xurídica ás persoas que o axuden a morrer.
(Artigo publicado en El Progreso o 2-XII-2013)

miércoles, 6 de noviembre de 2013

INFORMACIÓN II EDICIÓN DO FORO DE FILOSOFÍA "LUGH AUGUSTI"

II FORO DE FILOSOFÍA "LUGH AUGUSTI"




II edición do Foro Galego de Filosofía "Lugh Augusti" organizado polo Grupo Doxa de Filosofía de Lugo coa colaboración da Deputación de Lugo. A II edición leva por título "O futuro do traballo: dilemas e alternativas" e celebrarase os días 7 e 8 de Novembro no Salón de Actos da Deputación de Lugo. Contamos coa vosa presencia.





viernes, 4 de octubre de 2013

FILOSOFÍA 2.0 (VÍDEO EN DEFENSA DE LA FILOSOFÍA)


ENLACE: http://www.youtube.com/watch?v=SDmsVs-YzxA&list=PLQSqENM7xIBYGOsPVbIih431i9AGzG-2d&index=5

               NO ES POSIBLE LA DEMOCRACIA SIN FILOSOFÍA

Vídeo promocional de las entrevistas a personalidades del mundo de la cultura en defensa de la Filosofía (Mayor Zaragoza, Adela Cortina,...)
Producido por Ángel Vallejo, Red Española de Filosofía y el Departamento de Metafísica de la Universidad de Valencia.

miércoles, 2 de octubre de 2013

INDEFENSIÓN APRENDIDA


“INDEFENSIÓN APRENDIDA”
Durante los años 70, los psicólogos Seligman y Overmaier desarrollaron una interesante teoría que, si bien en un principio sirvió para explicar comportamiento animal, posteriormente se ha mostrado con gran capacidad explicativa para un número importante de comportamientos humanos. Seligman y Overmaier descubrieron que, tras someter a un animal a constantes castigos y estados de shock sin posibilidad de escapatoria, dicho animal no emitía ya ninguna respuesta evasiva aunque, por ejemplo, la jaula en la que se le encerraba hubiese quedado abierta. Con otras palabras, había aprendido a sentirse indefenso y a no luchar contra ello. Posteriormente el fenómeno fue refinado en términos de una percepción de no contingencia entre posibles conductas de evasión y sus nulas consecuencias: hiciera lo que hiciera el animal siempre obtendría el mismo resultado negativo. La consecuencia más directa del proceso sería la inacción o pérdida de toda respuesta de afrontamiento. En esencia, éste es el principio de su Teoría de la Indefensión Aprendida, teoría que posteriormente ha sido aplicada al estudio de ciertos estados psíquicos emocionales y conductas humanas como la depresión, la autoculpabilidad, la carencia de autoestima, el fracaso escolar o el maltrato femenino.
De todas formas, dicha teoría ha sido en los últimos años trasladada al ámbito social por parte de sociólogos y psicólogos sociales con el fin de explicar el comportamiento pasivo y fatalista de la ciudadanía ante el constante ataque político y económico que deteriora sus derechos más fundamentales.
En efecto. La indefensión aprendida es considerada, en primer lugar, como una patología social en tanto que comportamiento perezoso y conformista ante las consecuencias más duras de la crisis económica actual como pueden ser el desempleo, los desahucios, la pobreza generalizada, los recortes sociales, salariales y de derechos que recaen en una ciudadanía que nada ha tenido que ver con sus causas y que se siente incapaz de comprender las razones por las que sus dirigentes son capaces de inducir un estado represivo de tan dudosa compatibilidad con los derechos humanos más fundamentales.
En segundo lugar, la indefensión aprendida es un estado patológico de miedo colectivo. La activista Susan George declaró hace tiempo que “España se había convertido en una rata de laboratorio capaz de soportar –y tolerar- el castigo sin mostrar síntomas de  inconformismo o rebelión social”. Esta actitud es explicable desde la teoría de la indefensión aprendida con cierta sencillez: las leyes, recortes y ajustes sociales son administrados gradualmente a la ciudadanía como un veneno que la somete a una ansiedad constante, contando muchas veces con el falso legitimador de determinados medios de comunicación y líderes de opinión, y con la finalidad de convencerla de la necesidad de aceptar resignada e inevitablemente la pérdida de sus derechos. Es lo que se entiende como “la doctrina del shock”, a saber: la finalidad última de semejante acción política (y manipulación mediática) estaría encaminada a postrar a la ciudadanía en un constante estado de shock provocando el temor, la parálisis social, la inacción, la pérdida total de motivación, la renuncia a la esperanza de alcanzar los sueños y las metas deseadas y el abandono de la posibilidad de la movilización social con el fin de mejorar la situación social y económica en la que vive. En suma, se trataría, pues, de generar en la ciudadanía un estado de desesperanza aprendida, de fracaso interiorizado, de parálisis emocional y de miedo patológico y colectivo.
La estrategia es clara. El miedo, esa emoción básica que nos paraliza y provoca inacción, está siendo utilizada políticamente como instrumento, por parte del neoliberalismo (que es, indudablemente, bastante más que una teoría económica) con el fin de alcanzar sus objetivos. Y lo hace de un modo eficaz demostrando también que el miedo puede llegar a convertirse en un constructo social y cultural intencionado e inducido.
¿Qué hacer ante esta situación? Seligman y otros autores apelan al optimismo como recurso para elevar la esperanza; apelan a la perseverancia y a la convicción de que cualquier situación, por difícil que sea, es siempre evitable. Abandonar la pasividad y la sumisión ante la realidad social en la que vivimos es prioritario y para ello convendría recordar e interiorizar definitivamente aquellas palabras de John Dewey con las que nos advertía que “una sociedad libre es aquella en la que sus miembros poseen la capacidad de elección y discernimiento, de comprender lo que ocurre en el momento en el que viven y de ser capaces de cambiar su situación si así lo deciden”. La resignación no parece, pues, la mejor de las opciones.
(Artículo publicado en "El Progreso" el 28 de Septiembre de 2013. Traducción al castellano del propio autor)

lunes, 30 de septiembre de 2013

PARA REFLEXIONAR (BENITO PÉREZ-GALDÓS)


Fragmento del libro de Benito Pérez-Galdós
"La fe nacional y otros escritos sobre España"
publicado en 1912.


“Los dos partidos que se han concordado para turnarse pacíficamente en el Poder son dos manadas de hombres que no aspiran más que a pastar en el presupuesto. Carecen de ideales, ningún fin elevado los mueve; no mejorarán en lo más mínimo las condiciones de vida de esta infeliz raza, pobrísima y analfabeta. Pasarán unos tras otros dejando todo como hoy se halla, y llevarán a España a un estado de consunción que, de fijo, ha de acabar en muerte. No acometerán ni el problema religioso, ni el económico, ni el educativo; no harán más que burocracia pura, caciquismo, estéril trabajo de recomendaciones, favores a los amigotes, legislar sin ninguna eficacia práctica, y adelante con los farolitos... Si nada se puede esperar de las turbas monárquicas, tampoco debemos tener fe en la grey revolucionaria (...) No creo ni en los revolucionarios de nuevo cuño ni en los antediluvianos (...) La España que aspira a un cambio radical y violento de la política se está quedando, a mi entender, tan anémica como la otra. Han de pasar años, tal vez lustros, antes de que este Régimen, atacado de tuberculosis ética, sea sustituido por otro que traiga nueva sangre y nuevos focos de lumbre mental”.
... YA HAN PASADO 101 AÑOS...SIN COMENTARIOS.

viernes, 20 de septiembre de 2013

"HABITACIÓN DO ASOMBRO" (novo libro de Fernán-Vello)





Habitación do asombro é o último libro publicado polo poeta Miguel Anxo Fernán-Vello, amigo fraternal da infancia. O libro acadou a XXVIII edición do premio Cidade de Ourense de Poesía e acaba de ser editado hai uns poucos meses pola editorial Espiral Maior, editorial da que o propio escritor é director.
Neste libro, Miguel Anxo, bardo entusiasta, sensual, melancólico, hiperactivo, comprometido, xeneroso, apaixoado, soñador e “creador de palabras” (un auténtico “torrente cultural”) exerce de “poeta-notario” da realidade social na que vivimos con unha estética formal moi coidada e unha fondura vital fora de toda dúbida. Insuperables son os poemas “Cemiterio”, “Fuga da dor” ou (sobre todo) “Desprazados”, un grito de desesperación existencial e emotivo frente á realidade actual na que vivimos.
Excelente poesía, unha vez máis, a de Fernán-Vello. Sobre todo hoxe, nunha época de analfabetismo xeralizado. Parabéns, meu amigo!

viernes, 13 de septiembre de 2013

LAS TIJERAS DE LA MUERTE


"LAS TIJERAS DE LA MUERTE"
En marzo del presente año, un estudio llevado a cabo por Sarah Thomson y Johan Mackenbach (entre otros relevantes filósofos, sociólogos, economistas y bioeticistas, y publicado en la prestigiosa revista The Lancet bajo el título “Financial crisis, austerity, and health in Europe”) concluyó que las políticas de austeridad y recortes presupuestarios aplicados en la sanidad pública de países como España, Portugal y Grecia estaba provocando un fuerte déficit claramente perceptible en la calidad del cuidado de la salud y que se manifestaba en una deficiente protección sanitaria generando suicidios, nuevos brotes de enfermedades infecciosas y una negligente asistencia sanitaria. Así, por ejemplo, en Grecia los recortes sanitarios están poniendo en riesgo la lucha contra el avance del VIH. Meni Malliori, presidenta de Okana, y el Centro Europeo para el Control y la Prevención de las Enfermedades (ECDC) alertaron estos últimos tiempos sobre los riesgos de nuevos brotes de VIH debidos, sobre todo, a los efectos de la crisis y a los acuerdos pactados por el gobierno griego con la troika que prevén una reducción del 30% del gasto sanitario para los próximos años, conllevando la lógica reducción de la cobertura sanitaria y el recorte de programas de prevención tanto de la drogadicción como del VIH.
        En España, la situación es conocida. La austeridad sanitaria, junto con la desaparición a efectos prácticos de la Ley de Dependencia, ha provocado la muerte de personas dependientes en condiciones discutiblemente dignas y frecuentes muertes anticipadas de personas en situaciones de enorme fragilidad económica debidas a una deficiente atención médica. Algo parecido está ocurriendo en Gran Bretaña (país aparentemente no muy afectado por la actual crisis económica) donde ya desde hace cinco años se está llevando a cabo un fuerte debate sobre las consecuencias de la progresiva y minuciosa privatización de la Sanidad. Debate, por cierto, fundamentado en serios informes oficiales que no tienen reparo en denunciar los defectos de su atención sanitaria y que son publicados con absoluta naturalidad por los diarios The Independent, The Telegraph o The Guardian.
        El debate actual sobre los efectos de los recortes en materia sanitaria es, pues, constante. Y lo pone de manifiesto un reciente trabajo de investigación publicado el pasado mes de junio en el British Medical Journal dirigido por la socióloga y doctora en Filosofía Helena Leguido-Quigley sobre los recortes sanitarios llevados a cabo en el Estado español, su impacto, las resistencias que sufre en la actualidad el sistema público de salud y las posibles alternativas. De dicha investigación científica (y subrayo lo de “científica”) se puede extraer dos conclusiones: las políticas neoliberales aplicadas actualmente en la sanidad no pretenden corregir las ineficiencias del sistema sanitario público, sino traspasar lo público a la esfera de la gestión privada; por fin, hay una evidencia empírica que muestra (como así lo hizo en su momento otro estudio llevado a cabo en la misma revista en el año 2010) una clara relación entre mortalidad y gasto público social de modo que los recortes presupuestarios en materia de salud pública produce lo que suele denominarse “sobremortalidad”, a saber, el aumento de muertes prematuras muy superior a las esperables en condiciones de mantenimiento de los porcentajes habituales de inversión sanitaria.
        Los recortes sanitarios matan. Y, por lo que se ve, estudios científicos lo avalan, por lo que semejante afirmación (categórica, por otra parte) ya deja de ser fruto de la imaginación perversa de políticos o iluminados de turno. Cabe ahora preguntarse quiénes y de qué modo son responsables de esa “sobremortalidad” a la que aludía anteriormente. La respuesta parece obvia: las decisiones consistentes en disminuir el gasto público social y sanitario son responsabilidad política y moral  de los actuales dirigentes. A ellos les toca responder ante la ciudadanía sobre las consecuencias de sus decisiones.

(Artículo publicado en El Progreso el 6-VII-2013 en la columna O voo da curuxa. Traducción al castellano del propio autor)

lunes, 6 de mayo de 2013

PLUTOCRACIA Y CIUDADANÍA


Hace años Abraham Lincoln definió la democracia como el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. Entonces, si compartimos esa visión inicial de la democracia, ¿cómo se puede denominar el gobierno de los ricos, por los ricos y para los ricos? Parece que el concepto ajustado a dicha realidad es el de plutocracia, o gobierno (anómalo) en el que existen influencias desequilibradas en la toma de decisiones a favor de los que ostentan las fuentes de riqueza, y que procura la máxima concentración de poder y riqueza propiciando alarmantes desigualdades económicas y sociales entre los ciudadanos.
Ya desde Platón y Aristóteles la plutocracia, u oligarquía económica, era considerada la expresión de una forma degenerada de gobierno. En la actualidad, puede hablarse de una plutocracia transnacional (supranacional o global) que, a través de ese ente llamado mercado tiene secuestrada a la humanidad. Sobre tal escenario, el sociólogo Heinz Dieterich ha dicho lo siguiente: "Que esa plutocracia prospere en la profunda crisis capitalista actual, mientras cientos de millones de personas ven arruinadas sus existencias, no sorprende. Es la nomenclatura que maneja el sistema y lo hace, por supuesto, en beneficio propio. Tiene un doble velo de teflón para protegerse de las masas y de las responsabilidades. De forma estatal teledirigen el sistema a través de sus lobbistas y peleles políticos en gobiernos y parlamentos; económicamente se ocultan en el anonimato del mercado mundial o mercado a secas cuyas decisiones determinan el bienestar y la miseria de las gentes".
El capital supranacional e impersonal impone lo que ciertos economistas califican con rotundidad un "estado de excepción económica permanente" y, al sucumbir ante el chantaje y la presión plutocrática y a los intereses de las minorías especuladoras, los Estados y sus gobernantes se muestran incapaces de garantizar el bien común y el interés general de sus ciudadanos. Esta forma de "capitalismo de amiguetes, de gánsteres o mafiosos" (como dice el sociólogo Álvaro Espiña), este "latrocinio organizado", apoyándose en la desregulación legal y administrativa de la economía, está generando un aumento de la pobreza estructural y la pérdida de los consabidos derechos sociales que tanto esfuerzo costó conseguir.
Es un hecho real que la consecuencia más visible de esta situación es la pérdida de la esencia del Estado de Bienestar, esencia que, por simplificar, consiste en la redistribución equitativa de los bienes básicos que satisfagan las necesidades de la ciudadanía. Y es una evidencia que los derechos humanos aunque en su origen pretendían "atrincherar" (Carlos S. Nino dixit) y proteger las libertades básicas, fueron ampliándose y extendiendo mediante la reivindicación de los llamados derechos económico-sociales con el fin de ofrecer una solución a las necesidades humanas más básicas.
Sin embargo, resulta hoy indiscutible que esos derechos económico-sociales (en realidad, conquistas ciudadanas), por ejemplo el derecho a un trabajo y un salario digno, a una pensión decorosa, a la protección de la salud, a una enseñanza pública de calidad, desarrollados con el fin de atenuar el olvido manifiesto de los sectores sociales más desprotegidos, están siendo literalmente mancillados por gobiernos liberales, ultraliberales y hasta socialdemócratas, cuando estos últimos fueron los que precisamente colaboraron de una manera razonablemente eficiente en su implantación y consolidación.
Ante las leyes del mercado y su influencia actual en los recortes sociales cimentados -¡cómo no!- en la crisis global, hay que exigir no sólo la preeminencia de los Estados democráticos frente al mercado sino también el control de este por parte de aquellos. Mientras, la mayoría de la ciudadanía denigrada y timorata vive en una posición de sumisión, de indolencia y apatía ante los poderes financieros y la pérdida de los derechos antes señalados y hoy desprotegidos por el Estado; elige convertirse en súbdita en vez de optar por la insurgencia; se sitúa en la unidimensionalidad y en el conformismo descartando la crítica, la disidencia y su potencial transformador. También está en crisis. ¿Hasta cuándo?
Artículo publicado en El Progreso el 27-IV-2013 (Columna O voo da curuxa)
(Traducción al castellano realizada por el propio autor)

jueves, 2 de mayo de 2013

LABERINTOS MORALES (libro del autor)

Os recuerdo el libro LABERINTOS MORALES, publicado por el propio autor del blog, en el que se tratan cuestiones de actualidad desde un punto de vista ético. Se trata de una breve recopilación de artículos periodísticos y conferencias. Fácil de leer y agradable de leer. Publicado por Bubok. Os adjunto el enlace:

http://www.bubok.es/libros/194409/LABERINTOS-MORALES


FOTO DE PORTADA:

lunes, 15 de abril de 2013

NUEVO LIBRO: "O LABIRINTO DA SAUDADE"

Luís García Soto, actual decano de la Facultad de Filosofía de la USC, acaba de publicar un nuevo libro de ensayo titulado O Labirinto da Saudade (Edicións Laiovento). El libro ha recibido el "premio de ensaio Ricardo Carvalho Calero". O Labirinto da Saudade traza, como dice el autor, un movimiento feliz entre la vivencia, la experiencia directa e su colaboración intelectual a la luz de diversos estudios sobre a saudade (estudios llevados a cabo por Torres Queiruga, Paulo Borges, Alfonso Botelho, Otero Pedrayo, etc).
El libro pretende conjugar con armonía y equilibrio la creación y el saber con la finalidad de alcanzar una perspectiva diferente y original sobre dicho tópico, por otra parte tan gallego.
La morriña, la saudade aparece a lo largo del libro como objeto de reflexión filosófica, estética y psicológica. No deja el autor al margen del ensayo sus experiencias vitales, su percepción del mundo presente y pasado. Al contrario: las utiliza de modo inteligente proponiendo una elegante, tierna, excelente y elaborada concepción filosófica de la saudade que hace énfasis en sus dimensiones comunicativa y colectiva así como en el aspecto activo y en el contexto solidario.
En definitiva, se trata de un libro peculiar, muy personal y de agradable lectura. Algo habitual en su autor. Enhorabuena, viejo amigo.


lunes, 11 de marzo de 2013

EL FESTÍN DE LA CRUELDAD


El frío y el hambre no han desaparecido. La injusticia y la explotación tampoco. Y la historia salvaje y violenta de la humanidad nos hace pensar a menudo, como decía el filósofo Jonathan Glover, que el ser humano debe ser comprendido en un contexto de amor a la crueldad cuyo atractivo psicológico es difícilmente explicable. En su libro Humanity: A Moral History of the Twentieth Century describió y analizó infinidad de atrocidades llevadas a cabo en el último siglo concluyendo que el siglo XX fue el más sangriento y vergonzoso de la historia de la humanidad. Buscar un entorno social y moral decente para prevenir tantas atrocidades en el futuro era, para este autor, un reto inexcusable.
Debemos admitir que la naturaleza humana tiene un lado oscuro y destructivo inquietante que nos hace responsables o cómplices (también por omisión) de las atrocidades que se llevan a cabo en la sociedad actual. Y parece difícil eludir semejante evidencia. La crueldad aumenta paralelamente al avance del tiempo, de la ciencia y del conocimiento humano en general. Nos hacemos cada vez más sofisticados y sutiles desplegando la brutalidad y desocupándonos de los demás, sobre todo, de los más vulnerables. Por otra parte, si el respeto y la tolerancia (esos logros ilustrados) tendrían que facilitar una convivencia humana pacífica y educada, nos encontramos con que el ejercicio social de los mismos conlleva muchas veces prácticas intolerantes e irrespetuosas. Y esto parece contradictorio. Y lo es si no se impide a los intolerantes e irrespetuosos ser interlocutores legítimos. Impedimento necesario (que no atenta, precisamente, contra tales valores) si queremos preservar ese bien tan deseable y deseado como es la tolerancia. Y como es el respeto.
¿Cabe imaginar una sociedad feliz? Cuesta esfuerzo sobre todo por el empeño que pone algunos en conseguir el contrario. El abandono político y diplomático por parte de Occidente en el conflicto actual de Siria y que ha generado más de setenta mil muertes desde su inicio, la violencia de género persistente en nuestro país y los suicidios consumados fruto de unas leyes injustas e intransigentes que regulan los desahucios son algunos ejemplos que muestran el grado de crueldad que sigue manteniendo en sus genes el ser humano. Por acción o por omisión. Porque las omisiones o inacciones son, en grado sumo, también conductas responsables. Los filósofos de la moral anglosajones lo llamaban "responsabilidad negativa" al ser incapaces de colaborar activamente en la supresión del hambre, del sufrimiento, de la pobreza y de la injusticia en el mundo ofreciendo para eso un esfuerzo cuantitativamente insustancial que podría generar beneficios cualitativamente significativos.
No obstante, lo peor del todo es la indiferencia y la ausencia de empatía hacia los demás, hacia los diferentes y los vulnerables. La sociedad observa impasible, casi de una manera glacial, el sufrimiento y las muertes, siempre gratuitas de aquellos que están viviendo una "vida desnuda", como diría Giorgio Agamben. Unos utilizan la indiferencia, otros las leyes, otros las pistolas o las navajas. Pero todas son armas que matan o dejan (permiten) morir. Armas, en definitiva, responsables de las vidas, de las muertes y delsufrimiento ajeno. El psicólogo y psiquiatra Simon Baron-Cohen desarrolló una teoría sobre la crueldad humana en su libro Zero Degress of Empathy: a new theory of human cruelty en el que concluye que el mal consiste precisamente en la ausencia de empatía, esa destreza básica de la comunicación interpersonal que permite comprender a nuestros semejantes. Es posible. En todo caso, generar las condiciones para mejorar la vida en la sociedad actual y fomentar la convivencia solidaria e inclusiva es un esfuerzo (un reto, decía Glover) que merece intentarse. No podemos perder la esperanza de que el final del festín de la crueldad sea posible.
(Artículo publicado en El Progreso el día 16 de Febrero de 2013)

viernes, 25 de enero de 2013

COMUNICADO DO PROFESORADO DE FILOSOFÍA DE LUGO


Comunicado do profesorado de Filosofía de Lugo

Co motivo da celebración o 28 de Xaneiro do Patrón do Ensino, San Tomé de Aquino, filósofo medieval, e a iniciativa do grupo DOXA, os profesores de Filosofía de Lugo van converter as súas aulas en lugares para o debate e a reflexión en defensa da filosofía, ante o feito de que o anteproxecto da nova Lei de Educación (LOMCE) prevé a práctica desaparición das materias de Historia da Filosofía, Ética e Educación para a Cidadanía.
Os profesores de Filosofía de Lugo queren convidar a sumarse a esta iniciativa ao profesorado en xeral, e facela chegar á comunidade educativa e á propia cidadanía, co obxecto de valorar e defender o papel da Filosofía na formación integral dos estudantes de ensino secundario, unha formación que se ve ameazada pola supresión da Filosofía no anteproxecto da LOMCE.
Esta acción enmárcase nunha serie de actos reivindicativos que está a desenvolver a Red Española de Filosofía (REF), que terá continuación en próximas datas de febreiro e marzo.
Grupo DOXA de Filosofía - Lugo